Cada plato está concebido como una experiencia sensorial: una combinación de ingredientes frescos, técnicas refinadas y creatividad. Lejos de las fórmulas tradicionales, Wei apuesta por una fusión sincera, sin artificios, donde cada elemento tiene un propósito.
El espacio, diseñado con una estética minimalista y acogedora, refuerza esta filosofía. Luz cálida, materiales nobles y una atmósfera relajada invitan al comensal a disfrutar sin prisas.
En Wei, entendemos la cocina como un diálogo entre culturas, como una invitación a descubrir y redescubrir Asia desde una mirada contemporánea. No buscamos reproducir lo exótico, sino reinterpretarlo con respeto, intención y sabor.